La visita al piso

Pues nada, ni cortos ni perezosos, una buena mañana de Julio, cogemos el coche, mis padres, mi tía y yo, y nos ponemos rumbo a Toulouse, que habíamos quedado a las 14:00 con el propietario del piso en la parada de metro de Jollimont.

Eso parecía una excursión, con nuestros bocadillos, nuestra bebida... lo único diferente, que nos ibamos a otro país...

Llegaron las 14:00, y para romper con mis hábitos, me presenté con mi ama, 10 minutos antes de la cita... increíble...

A todo esto... yo no tenía ni idea, ni quién, ni como, ni nada. Parecía aquello que iba a ser una cita a ciegas de las de verdad y además con una persona que no habla nuestro idioma.

Veíamos salir a gente del metro, entrar, aparcar el coche a nuestro lado... nada, allí parecía que nadie se atrevía a acercarse y decirnos algo...

Total, que con 10 minutos de retraso, aparece un hombre (no sé si lo he comentado, pero estabamos esperando a LA propietaria, que es con quién hablé) y se nos presenta... Hasta aquí todo bien, porque bueno, dar la mano es algo universal... y lo curioso es que para mi sorpresa, me estaba pareciendo que le entendia algo...

Pues teniendo conversaciones poco fluidas, y preguntas típicas de ascensor, tipo: "¿hace buen día, no?", o las típicas de cuando no sabes de qué hablar, como: "¿qué estudias?" conseguimos romper la barrera del idioma... y nos presentamos en el piso, en el que había una chica muy maja, que yo no entendía nada, pero como los bobos, cuando se reian, me reía yo tambien... No voy a ser menos... jeje

Pues vimos el piso, que bueno, en realidad lo fui a ver, pero tenía bastante claro que iba a vivir allí. El piso es acojedor, tiene 3 cuartos grandes, un baño con ducha, es decir, sólo para ducharse y con un lavabo, un baño, con sólo un retrete, una cocina y una sala. Está amueblado y todo nuevo, por lo que es un punto muy bueno y positivo. No había más que hablar, apalabramos el alquiler y ale, cada uno por su lado.

Al final de la visita me quedé muy a gusto, porque bueno, el piso, al fin y al cabo está nuevo, al lado del metro y bastante cerca del centro. Lo malo... que está en la única cuesta de Toulouse, y vamos, que manda pel***s que viva siempre en lo más alto de cada pueblo...

Pues nada, vuelta al coche, y gps en mano, vuelta a casa... otras 5 horas de viaje de vuelta...

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